Ángel negro (1946) - Roy William Neill
El cine negro se caracteriza, entre otras cosas, por la presencia de femmes fatales, mujeres que provocan la perdición del protagonista masculino. En Ángel negro (1946), la presencia de este personaje es efímera pero determinante. En la primera escena, ésta muere, pero desencadena la pena de muerte sobre un inocente y sumerge en la tristeza etílica a otro. A partir de entonces, una contrarreloj de escasos 80 minutos para salvar a la persona inocente. La narración es potente, pero la trama no está a la altura y se va desinflando por momentos. La resolución implica un acto de fe, pero el final sorprende por lo relativamente abierto que queda. Una indefinición sugerente, maniobra poco habitual en este tipo de cine -el negro, y el clásico en general-.
No te la puedes perder si:
-te perderías en los ambientes densos del cine negro.
-te encandilan los ojitos de Peter Lorre.
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